domingo, 24 de abril de 2016

Quemar los libros

No nos hemos vuelto locos, simplemente hacemos patente el impulso que muchas veces sentimos cuando un libro no nos gusta. Y vosotros y vosotras lo sabéis de sobra, especialmente cuando algún profe os manda lecturas obligatorias. Es un impulso que no solemos llevar a cabo. Pero a lo largo de la historia ha habido momentos en que se consideraba a los libros armas peligrosas y acabaron siendo combustible para más de una hoguera. Con este site queremos reflexionar sobre qué lecturas nos han aportado algo, y por eso deben ser salvadas, y qué lecturas nos han resultado tediosas y por eso deberían arder, metafóricamente, claro

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